¿Qué es el carsharing y cómo afecta a los trámites vehiculares?

El carsharing, o uso compartido de vehículos, está revolucionando la manera en que nos desplazamos, especialmente dentro de la movilidad urbana. Cada vez son más las personas que eligen esta alternativa al coche propio, motivadas por diversas razones de comodidad, ahorro y sostenibilidad. 

Sin embargo, como ocurre con cualquier forma de movilidad, este modelo también conlleva responsabilidades legales que no siempre resultan claras para el usuario. 

En este artículo, te contamos en qué consiste el carsharing y cómo puede influir en los trámites vehiculares. 

¿Qué se entiende por carsharing?

El carsharing es un sistema de movilidad que permite a varios usuarios compartir un coche sin necesidad de poseer uno propio.

Se caracteriza por su flexibilidad, ya que los vehículos pueden alquilarse por días, horas o incluso minutos, generalmente mediante aplicaciones móviles. 

Este nuevo modelo de transporte contribuye a reducir la cantidad de coches en circulación, disminuir la contaminación y optimizar el uso de los recursos disponibles, por ejemplo, las plazas de aparcamiento. 

Tipos más habituales

Dependiendo de quién pone el coche a disposición y cómo se organiza el servicio, podemos hablar de tres modelos principales. 

Carsharing empresarial

Empresas como Zity, Wible o Free2Move gestionan flotas de vehículos a las que los usuarios acceden mediante una app. Todo el proceso está automatizado y la empresa es la titular de los coches.

Carsharing entre particulares (P2P)

Plataformas como Getaround o SocialCar permiten que particulares alquilen su coche a otras personas. Aquí, el propietario sigue siendo el titular del vehículo, aunque sea otra persona quien lo conduzca durante un tiempo determinado.

Carsharing comunitario o cooperativo

Sistemas impulsados por grupos de vecinos, asociaciones o cooperativas que adquieren y gestionan un vehículo de uso compartido.

Implicaciones legales y administrativas del carsharing

Aunque el carsharing implique compartir el uso del coche, la responsabilidad legal y administrativa sigue recayendo en el titular del vehículo. Esto es especialmente relevante en modelos entre particulares, donde el propietario mantiene su condición de titular aunque otras personas conduzcan el coche temporalmente.

Por ejemplo, si se produce una infracción mientras otra persona conduce tu vehículo, la multa llegará a tu nombre. Para evitar que seas tú quien asuma una sanción que no te corresponde, es fundamental realizar en plazo la identificación del conductor ante la Dirección General de Tráfico. Este trámite, sencillo pero crucial, puede gestionarse directamente o con ayuda profesional de una gestoría para evitar errores o retrasos.

Otra cuestión importante es la venta del vehículo tras haberlo utilizado en carsharing. En estos casos, no basta con entregar las llaves: es imprescindible formalizar el cambio de titularidad en Tráfico y, además, realizar la notificación de venta. Si no lo haces, seguirás figurando como responsable ante Hacienda o la DGT, y podrías recibir multas, impuestos o incluso reclamaciones posteriores.

En SYRSA Gestoría realizamos estos y otros trámites vehiculares de forma sencilla y eficiente, en un plazo de 24 horas. Puedes ponerte en contacto con nosotros a través del formulario de contacto, por teléfono o email. Estaremos encantados de ayudarte.